Tiene 5 meses de embarazo y la noticia de que el padre de su hijo, Carlos Navarro Fernández, es el presunto asesino del sacerdote puertorriqueño Linán Ruiz Morales le cayó a Gisela Antonio como un baldazo de agua fría.
La joven y su madre aseguraron que Navarro Fernández estuvo en Cañete con ellas el día del crimen del padre franciscano.
“Yo sé que él es inocente, adónde vaya voy a decir que es inocente, lo están inculpando de algo que no ha hecho”, señaló Alicia Gil, suegra del presunto asesino.
Gil sostuvo que Navarro Fernández la ayudó el 27 de agosto, día del crimen del padre Linán Ruiz y su asistente Albany Águila Cruz. A vender cerveza en un concierto de cumbia que se realizaba en la ciudad de Cañete por su aniversario.
Gisela Antonio contó que el presunto asesino del sacerdote le contó que le pidió al religioso que los case ante la llegada de su hijo.
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